Detrás de un buen aceite de oliva hay muchos factores: el tipo de aceituna, el momento de recolección, el proceso de molturación… pero también, y cada vez más, la maquinaria que interviene desde el primer paso. Elegir bien el equipo de recolección no solo mejora la eficiencia, también marca la diferencia en la calidad del producto final.
Hoy te contamos cómo influye todo ese proceso, del campo al molino.
Una buena calidad de aceite empieza cuidando la aceituna desde su recogida. Si el fruto sufre daños, caídas bruscas o golpes, se oxida rápidamente, generando un aceite de menor calidad.
Aquí entra en juego la maquinaria de recolección:
La elección de la maquinaria adecuada ayuda a mantener la aceituna entera, fresca y limpia, lista para su transformación.
Una vez recolectada, el tiempo también es clave. Cuanto antes llegue la aceituna al molino, menos oxidación sufre y mayor es la calidad del aceite.
Con equipos eficientes, el proceso es más rápido:
Esto se traduce en aceites más puros, aromáticos y con menor acidez.
En los últimos años, la tecnología ha revolucionado la recolección del olivar. Los modelos más avanzados incorporan:
En Halcón trabajamos continuamente para ofrecer soluciones que mejoran tanto la producción como la calidad, apostando por maquinaria desarrollada para cuidar cada detalle del proceso.
El aceite de oliva virgen extra no se consigue solo en el molino. Su calidad empieza desde la finca, con el uso de la maquinaria adecuada. Apostar por tecnología pensada para preservar el fruto es apostar por un aceite de más calidad, mejor sabor… y mayor valor en el mercado.
¿Tienes dudas sobre qué maquinaria se adapta mejor a tu olivar? Te ayudamos a elegir.
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